Horatio Nelson, primer Vizconde Nelson, primer Duque de Bronté, KB (Burnham Thorpe, Inglaterra; 29 de septiembre de 1758 – Cabo de Trafalgar, España; 21 de octubre de 1805), conocido también como almirante Nelson, uno de los marinos más célebres de la historia.
Destacó durante las Guerras Napoleónicas y obtuvo su mayor victoria en la célebre batalla de Trafalgar que perdió la vida.
Poseía los títulos de duque de Bronte en el Reino de Nápoles (1799); vizconde Nelson y barón del Nilo y de Burnham Thorpe (1798), y barón del Nilo y de Hilborough (1801) en Inglaterra; caballero de la Orden del Baño (1797) y vicealmirante de la Marina Real Británica (1801).
Su juventud
Horatio Nelson nació en Burnham Thorpe, Inglaterra. Hijo del reverendo Edmund Nelson y Catherine Suckling Nelson. Perdió a su madre a los nueve años. Aprendió a navegar en los estuarios de Norfolk e ingresó en la Marina Británica a los doce años. Su carrera naval comenzó el 1 de enero de 1771, en el buque de guerra Raissonable, bajo el mando de su tío materno.
En 1777 pasó a ser teniente de navío, destinado en las Indias Occidentales. Durante este período luchó en el ejército británico en la Guerra de la Independencia de los Estados Unidos.
A los 20 años, en junio de 1779, ascendió al cargo de capitán, al mando de su primera fragata, Hitchenbroke que participó en la desastrosa expedición a San Juan contra las posesiones españolas en Centroamérica.
La leyenda del gran marino
En 1781 tomó parte en una batalla contra la fortaleza española del Castillo de la Inmaculada Concepción, a orillas del río San Juan en Nicaragua. Ganó la batalla, pero su debilitada salud por el cólera hizo que tuviera que regresar a Jamaica casi sin vida y después a Inglaterra por más de un año. Finalmente volvió al servicio naval y se le asignó la Albemarle, en la que continuó luchando contra los rebeldes americanos hasta el fin oficial de la guerra en 1783.
En 1784, Nelson tomó el cargo de la nave Boreas, de 28 cañones. Durante el desenlace de la guerra de independencia estadounidense, no se permitía a las naves de ese país (consideradas ahora extranjeras) comerciar con las colonias británicas en el Mar Caribe. Esta regla no agradó ni a las colonias ni a los estadounidenses, y Nelson fue asignado cerca de Antigua para asegurar el bloqueo de las naves.
Tras el arresto de cuatro naves norteamericanas cerca de Nevis, Nelson fue demandado por sus capitanes por arresto ilegal. Éstos tenían el favor de los comerciantes de Nevis, por lo que Nelson podía ser llevado a prisión y tuvo que ser aislado en Boreas por ocho meses. Tras este tiempo, durante el que Nelson había conocido a Fanny Nesbit, una viuda natural de Nevis, que sería su esposa más tarde, la justicia se pronunció a su favor.
Contrajo matrimonio el 11 de marzo de 1787, al final de su destino en el Caribe. A partir de 1789 vivió a medio sueldo durante años, hasta que la Revolución Francesa comenzó a desbordar los límites de Francia y volvió a ser llamado a su destino. Con el Agamemnon, de 64 cañones, comenzó en 1793 una serie de batallas y combates que le asegurarían un lugar en la historia.
Fue destinado primeramente en el Mediterráneo, en una base cerca del reino de Nápoles. En 1794 recibió un disparo en la cara durante una operación conjunta en Calvi, Córcega, lo que le costó la visión del ojo derecho. El izquierdo sufrió del peso adicional y Nelson fue perdiendo lentamente la vista hasta su muerte. En ocasiones utilizaría un parche en el ojo izquierdo para protegerlo. En 1796, el mando de la flota del Mediterráneo pasó a manos de Sir John Jervis, y Nelson fue su comodoro.
El 14 de febrero de 1797, Nelson fue responsable en gran medida de la victoria en la batalla del Cabo de San Vicente, en el extremo sudoccidental de la Península Ibérica. Entre los días 3 y 7 de julio, Nelson participó en el ataque contra Cádiz estando al mando de las tropas que debían desembarcar en la Caletea para apresar la misma escuadra contra la que se había batido en San Vicente. En esta ocasión, Nelson fue finalmente derrotado por las fuerzas españolas.
El 25 de julio del mismo año, durante una expedición infructuosa a Santa Cruz de Tenerife, recibió un disparo de cañón durante la batalla, concretamente de un arma conocida popularmente como «El tigre» que hoy se conserva como pieza de museo, en el codo derecho y perdió la mitad inferior del brazo. Este fallido intento de ocupación de la más grande de las Islas Canarias fue su única derrota. El general Gutiérrez (Aranda de Duero 1729 - Santa Cruz de Tenerife 1799) estaba encargado de defender esta isla.
Al año siguiente, Nelson fue de nuevo responsable de la victoria sobre los franceses en la batalla del Nilo, el 1 de agosto de 1798. Como resultado, terminó la ambición de Napoleón de llevar la guerra a la India, entonces parte del Imperio Británico. Las fuerzas napoleónicas en Egipto se quedaron sin apoyo y el mismo Napoleón tuvo que regresar oculto a Francia. Nelson recibió el título de Barón Nelson del Nilo (lo que no le pareció suficiente, ya que sir John Jervis había recibido el título de conde de San Vicente por su participación en dicha batalla, pero el gobierno británico insistió en que un oficial, no comandante en jefe, no podía recibir un título nobiliario superior al de barón).
Más tarde rescató a la familia real napolitana de una invasión francesa en diciembre. Por entonces se enamoró de Emma Hamilton, la joven esposa de un embajador británico en Nápoles. Se convirtió en su amante y volvió a Inglaterra, donde vivió con ella abiertamente. Finalmente tuvieron una hija, Horatia.
En julio de 1799 ayudó en la reconquista de Nápoles y recibió el título de duque de Bronte por el rey napolitano. Fue llamado de vuelta a Inglaterra por sus problemas personales y la decepción que causó su conducta profesional, pero el conocimiento público de sus relaciones con Lady Hamilton acabó haciendo que el Almirantazgo lo devolviese al mar para que se mantuviera alejado de ella.
El 2 de abril de 1801 participó en la Primera Batalla de Copenhague, que acabó anulando a la flota danesa, para romper la neutralidad que Dinamarca, Suecia y Rusia tenían en las Guerras Napoleónicas, aunque el acto no fue bien aceptado por algunos. De hecho, Nelson recibió la orden de detener la batalla por su comandante sir Hyde Parker. En un famoso incidente, sin embargo, aseguró que no pudo ver las banderas que comunicaban la orden, llevando intencionadamente el telescopio a su ojo ciego.
En mayo se convirtió en comandante en jefe en el mar Báltico y recibió el título de vizconde Nelson del Nilo por la corona británica. Mientras tanto, Napoleón reunía fuerzas para invadir Inglaterra y Nelson fue colocado al mando de la defensa del Canal de la Mancha para prevenir la invasión de las tropas francesas.
En agosto de 1801, por órdenes del almirantazgo, fuerzas de Nelson atacaron el puerto francés de Boulogne para destruir una gran agrupación de pequeñas embarcaciones que supuestamente se estarían reuniendo para una invasión, sin embargo, el ataque fue repelido, sufriendo Nelson considerables pérdidas.
El 22 de octubre, se firmó un armisticio entre británicos y franceses (Tratado de Amiens), y Nelson, con una salud precaria, se retiró a Inglaterra, donde se alojó con sir William y lady Hamilton.
La batalla de Trafalgar
La «paz de Amiens» no duró mucho y Nelson fue nombrado comandante en jefe del Mediterráneo. Le fue asignado el buque HMS Victory y se unió al bloqueo de Tolón, Francia, tras lo que no volvió a poner pie en tierra firme por más de dos años, hasta que su salud le forzó retirarse a Merton, Inglaterra.
Tras sólo dos meses, el 13 de septiembre de 1805, fue llamado a luchar contra las flotas francesa y española, que se habían aliado y tomado refugio en el puerto de Cádiz. El 21 de octubre de 1805, Nelson luchó en la que sería su última batalla, la batalla de Trafalgar. Napoleón Bonaparte había reunido fuerzas una vez más para invadir las Islas Británicas. El día 19 de octubre, las flotas francesa y española dejaron Cádiz, y Nelson, con 27 naves se enfrentó a las 33 naves aliadas.
Poco antes de comenzar la batalla, Nelson envió uno de sus últimos mensajes codificados a la flota. Concretamente, el penúltimo mensaje enviado antes de entablar combate fue el de England expects that every man will do his duty (Inglaterra espera que todo hombre cumplirá con su deber). Dada la trascendencia de la batalla, y el hecho de la muerte de Nelson, la frase quedó inmortalizada dentro del acervo popular británico, habiendo sido citada, parafraseada y referenciada en numerosas ocasiones hasta el día de hoy.1
Nelson colocó sus barcos en varias líneas, para que a cada lado de un buque francés pasaran dos ingleses. Esa fue una de las causas de la victoria inglesa.
Tras inutilizar al buque francés Bucentaure, el Victory se enfrentó al Redoutable. El Redoutable atacó al Victory y Nelson resultó mortalmente herido. Una bala de mosquete, disparada por un tirador desde las cofas del Redoutable, alcanzó al Almirante, ingresando por su brazo izquierdo, atravesando un pulmón y alojándose finalmente en una vértebra.
Nelson cayó en la cubierta sobre la que previamente se había esparcido arena para que estuviera menos resbaladiza. «Por fin han acabado conmigo», dijo el almirante al capitán del Victory, Hardy, cuando lo llevaron a la cabina. «Me han atravesado la columna vertebral.»
Para evitar que la tripulación se desmoralizara, se cubrió con un pañuelo la cara de Nelson cuando fue llevado bajo cubierta. Una vez allí, se le acostó y el cirujano rápidamente dictaminó que el almirante tenía razón y que no se podía hacer nada por su vida.
La batalla continuó durante tres horas más. El moribundo Nelson fue informado de que 14 barcos enemigos habían arriado bandera y a cambio no se había perdido un solo navío británico. Murió sabiendo que había logrado su mayor victoria. Sus últimas palabras fueron: "Gracias a Dios, he cumplido con mi deber." y a continuación "Beber, beber. Abanico, abanico. Frotar, frotar. Perdió la conciencia y fue declarado muerto a las 16.30 horas. El Victory fue entonces remolcado a Gibraltar, con el cuerpo de Nelson a bordo, conservado en un barril de coñac. Su cuerpo fue enviado a Londres y enterrado en la catedral de San Pablo.
Tras su muerte, Nelson alcanzó una celebridad que sólo el duque de Marlborough y el duque de Wellington han logrado tener en la historia británica.
La monumental columna de Nelson y la plaza de Trafalgar, donde está situada, son lugares destacados en Londres hasta el día de hoy.
Sin embargo, el monumento a Nelson en Dublín, Irlanda, fue destruido por una bomba que hizo explosión a las 2:00 de la mañana del 8 de Marzo de 1966, por un grupo de terroristas pertenecientes al I.R.A., episodio en el cual no salió herida persona alguna, dado que la idea era precisamente acabar con la estatua.
Extraido en Wikipedia
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