Este momento en que los indios subieron a las naves españolas y aceptaron las sartas de cuentas verdes y demás baratijas preparadas al efecto fue uno de los pocos contactos pacíficos que tuvo el grupo de Hernández con los indios, e incluso en este las muestras de paz eran fingidas.
Precisamente durante estos contactos del 4 de marzo podrían haber nacido dos topónimos,Yucatán y Catoche, cuya historia sorprendente y divertida, acaso demasiado para ser del todo cierta? se cita a menudo: sea historia o leyenda, ésta quiere que los españoles hayan preguntado a los indios por el nombre de la tierra que acababan de descubrir, y que al escuchar su respuesta, bastante predecible: "no entiendo lo que dices"... "esas son nuestras casas"... pusieran a la tierra por nombre justo lo que escuchaban: Yucatán, que querría decir "no te entiendo", y Catoche, que significaría "nuestras casas", a la población donde desembarcaron y al cabo.
Fray Diego de Landa dedica el segundo capítulo de su Relación de las Cosas de Yucatán a la Etimología del nombre de esta Provincia. Situación de ella y en él nos confirma el caso del cabo Catoche, que procedería efectivamente de cotoch, pero no parece en cambio que confirme lo de que Yucatán signifique "no entiendo".
Finalmente, Bernal Díaz del Castillo también se ocupa del asunto. Confirma la etimología de Catoche como "nuestras casas", pero aporta para Yucatán una explicación todavía más sorprendente que la de "no te entiendo". Según ella, los dos indios capturados en la batalla de Catoche, Julianillo y Melchorejo, en sus primeras conversaciones con los españoles en Cuba, y estando presente Diego Velázquez, habrían hablado del pan. Los españoles explicando que su pan estaba hecho de "yuca", los indios mayas aclarando que al suyo le decían "tlati", y de la repetición de "yuca" (voz caribe, no maya) y "tlati" durante esta conversación los españoles habrían deducido falsamente que les estaban intentando enseñar el nombre de su tierra: Yuca-tán.
Es probable que el primer narrador de la historia del "no te entiendo" fuera Fray Toribio de Benavente, Motolinia, que al final del capítulo 8 del tratado tercero de su Historia de los indios de la Nueva España dice:
"porque hablando con aquellos Indios de aquella costa, a lo que los Españoles preguntaban los Indios respondían: «Tectetán, Tectetán», que quiere decir: «No te entiendo, no te entiendo»: los cristianos corrompieron el vocablo, y no entendiendo lo que los Indios decían, dijeron: «Yucatán se llama esta tierra»; y lo mismo fue en un cabo que allí hace la tierra, al cual también llamaron cabo de Cotoch; y Cotoch en aquella lengua quiere decir casa."
La anécdota es tan atractiva que la historia de la etimología de Yucatán (junto con la de canguro, palabra australiana a la que se atribuye el mismo significado y la misma historia) se repite frecuentemente en los 'trivial' y sin que su veracidad esté ni mucho menos confirmada.
Fuente(s): enciclopedia.us.es
Precisamente durante estos contactos del 4 de marzo podrían haber nacido dos topónimos,Yucatán y Catoche, cuya historia sorprendente y divertida, acaso demasiado para ser del todo cierta? se cita a menudo: sea historia o leyenda, ésta quiere que los españoles hayan preguntado a los indios por el nombre de la tierra que acababan de descubrir, y que al escuchar su respuesta, bastante predecible: "no entiendo lo que dices"... "esas son nuestras casas"... pusieran a la tierra por nombre justo lo que escuchaban: Yucatán, que querría decir "no te entiendo", y Catoche, que significaría "nuestras casas", a la población donde desembarcaron y al cabo.
Fray Diego de Landa dedica el segundo capítulo de su Relación de las Cosas de Yucatán a la Etimología del nombre de esta Provincia. Situación de ella y en él nos confirma el caso del cabo Catoche, que procedería efectivamente de cotoch, pero no parece en cambio que confirme lo de que Yucatán signifique "no entiendo".
Finalmente, Bernal Díaz del Castillo también se ocupa del asunto. Confirma la etimología de Catoche como "nuestras casas", pero aporta para Yucatán una explicación todavía más sorprendente que la de "no te entiendo". Según ella, los dos indios capturados en la batalla de Catoche, Julianillo y Melchorejo, en sus primeras conversaciones con los españoles en Cuba, y estando presente Diego Velázquez, habrían hablado del pan. Los españoles explicando que su pan estaba hecho de "yuca", los indios mayas aclarando que al suyo le decían "tlati", y de la repetición de "yuca" (voz caribe, no maya) y "tlati" durante esta conversación los españoles habrían deducido falsamente que les estaban intentando enseñar el nombre de su tierra: Yuca-tán.
Es probable que el primer narrador de la historia del "no te entiendo" fuera Fray Toribio de Benavente, Motolinia, que al final del capítulo 8 del tratado tercero de su Historia de los indios de la Nueva España dice:
"porque hablando con aquellos Indios de aquella costa, a lo que los Españoles preguntaban los Indios respondían: «Tectetán, Tectetán», que quiere decir: «No te entiendo, no te entiendo»: los cristianos corrompieron el vocablo, y no entendiendo lo que los Indios decían, dijeron: «Yucatán se llama esta tierra»; y lo mismo fue en un cabo que allí hace la tierra, al cual también llamaron cabo de Cotoch; y Cotoch en aquella lengua quiere decir casa."
La anécdota es tan atractiva que la historia de la etimología de Yucatán (junto con la de canguro, palabra australiana a la que se atribuye el mismo significado y la misma historia) se repite frecuentemente en los 'trivial' y sin que su veracidad esté ni mucho menos confirmada.
Fuente(s): enciclopedia.us.es
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