El Imperio Inca

El Imperio Inca fue la etapa en que la civilización Inca logró su máximo nivel organizativo y se consolidó como el estado prehispánico de mayor extensión en América.

Abarcó los territorios andinos y circundantes desde San Juan de Pasto, al norte, hasta el río Maule, al sur; actualmente territorios del sur de Colombia, pasando por Ecuador, Perú, Bolivia, hasta el centro de Chile y el noroeste de Argentina.

El Tawantinsuyu (nombre original que tuvo el imperio) significa en quechua: "las cuatro regiones" y proviene de la división en suyos que tuvo: Chinchaysuyu al norte, Collasuyu al sur, Antisuyu al este y Contisuyu al oeste.

La capital del Imperio fue la ciudad de Cusco (conocida como el "ombligo del mundo"), por ser el centro de desarrollo de la etnia Inca desde sus inicios y su fundación -según la tradición- por Manco Cápac.
El imperio comenzó a formarse a partir de la victoria de Pachacútec frente a la confederación de estados chancas en el año 1438.

Luego de la victoria el curacazgo Inca fue reorganizado en el Tawantinsuyu por Pachacútec; a partir de entonces el Imperio Inca iniciaría una etapa de continúa expansión de la mano del noveno inca y su hermano Cápac Yupanqui, luego por parte del décimo inca Túpac Yupanqui, y finalmente del undécimo inca Huayna Cápac quien consolidaría los territorios; en esta etapa la civilización Inca logró el máximo desarrollo de su cultura, tecnología y ciencia, desarrollando los conocimientos propios y los de la región andina, así como asimilando los de otros estados conquistados.

Luego de este periodo de apogeo el imperio entraría en declive por diversos problemas, siendo el principal la confrontación por el trono entre los hijos de Huayna Cápac: los hermanos Huáscar y Atahualpa, que derivó incluso en una guerra civil.

Finalmente Atahualpa vencería en 1532, sin embargo su ascenso al poder coincidiría con el arribo de las tropas españolas al mando de Francisco Pizarro; estas capturarían al Inca y luego lo ejecutarían. Con la muerte de Atahualpa en 1533 culmina el Imperio Inca, sin embargo, varios incas rebeldes, conocidos como los "Incas de Vilcabamba", continuarían la lucha contra los españoles hasta 1572 cuando fue capturado y decapitado el último de ellos: Túpac Amaru I.

Distribución del imperio Inca dentro de los actuales países de Sudamérica

En el territorio de la Argentina, según las fuentes históricas, brevemente entre 1479 a 1535, el Imperio Inca conquistó las partes occidentales de la actuales provincias de Catamarca, Tucumán, Salta, Jujuy, La Rioja, San Juan, y el extremo noroeste de Mendoza incorporándolas al Collasuyo. Algunas investigaciones sugieren la influencia inca en parte de la Provincia de Santiago del Estero (zona interfluvial en donde está la ciudad de Santiago del Estero), pero la incorporación de esa zona al imperio no ha sido probada.

Tradicionalmente se atribuye la conquista al inca Túpac Yupanqui, sin embargo, diversos estudios con datos radiocarbónicos. Los pueblos que entonces habitaban esa región, los omaguacas, los atacamas, los huarpes, los diaguitas y otros, intentaron resistir pero los incas lograron dominarlos, trasladando a sus territorios a los mitimaes o colonos deportados de las tribus de los chichas, que habitaban en lo que es el suroeste del actual territorio boliviano.

Los incas construyeron caminos (el Camino del Inca), centros agrícolas y de producción de tejidos, asentamientos (collcas y tambos), fortalezas (pucarás) y numerosos santuarios en lo alto de las montañas, utilizando también construcciones preexistentes.

Entre los establecimientos incas más importantes en la Argentina, se encuentran el Potrero de Payogasta en Salta, la Tambería del Inca en La Rioja, el pucará de Aconquija y el Shincal de Londres, ambos en Catamarca, el pucará de Tilcara en Jujuy y las ruinas de Quilmes en Tucumán, la mayoría de las cuales eran preincaicos y fueron organizados en una red urbana dentro de su imperio, estableciendo en ellos puestos de control militar.

Las provincias (wamanis) incaicas en el actual territorio argentino fueron cuatro. La de Chicoana o Sikuani, se extendía por el piso de puna de Atacama y la parte septentrional de los valles Calchaquíes y abarcaba probablemente desde las Salinas Grandes de Jujuy hasta el sur de La Paya en Salta, donde estaba su capital la antigua Chicoana. Hacia el sur se ubicaba la provincia del Quire-Quire o Kiri-kiri, que comprendía el resto de los valles Calchaquíes, todo el valle de Santa María y los valles de Andalgalá, Hualfín y Abaucán.

La provincia del Tucumán o de Tucma (llamada por algunos investigadores como de Humahuaca) comprendía los valles orientales y las sierras subandinas, llegando por el norte hasta Talina, actualmente en el Sur de Bolivia. La provincia más meridional, probablemente se extendía desde La Rioja hasta las montañas del Cordón de Plata, alcanzando el cerro Tupungato en Mendoza y quizás formaba parte, con el nombre de Cuyo o Kuyun de la provincia de Chile o Chili

Los incas en Bolivia
En el territorio de Bolivia, luego de que en torno al 1.100 a. C. Tiwanaku desapareció, se produjo una lucha entre los diferentes grupos que habitaban la región: aymaras, collas, lupacas y pacajes. Los aymaras establecen un dominio que abarca Arequipa y Puno en el Perú, La Paz, Oruro y Cochabamba, que perduró hasta que, en 1438, el Inca Pachacútec derrotó al último soberano colla, Chunqui Cápac, incorporando el altiplano boliviano al Imperio Inca (Tahuantinsuyo), como parte de la provincia del Collasuyo, e imponiendo el quechua como lengua oficial, aunque el aymara se continuó hablando regularmente.

Además el Imperio Inca adoptó los estilos arquitectónicos tiwanakotas y otros conocimientos. Posteriormente el Inca Huayna Cápac mandó levantar fortalezas en la frontera oriental para detener el avance de los chiriguanos.

Según una leyenda, los fundadores del Imperio Inca, Manco Cápac y Mama Ocllo nacieron de la espuma del lago Titicaca en la Isla del Sol), hoy Bolivia.

Los incas en Chile
En el territorio de Chile, durante el reinado de Túpac Yupanqui, se produjo la conquista de los diaguitas de los valles transversales del norte de Chile, y más al sur a parte de las poblaciones ubicadas en el norte del territorio Picunche, (subgrupo mapuche septentrional); quienes habitaban el Valle de Chile (el actual valle del Aconcagua o el valle del Mapocho) y algunas comarcas ubicadas al sur de él, fijándose así los límites del Imperio Inca, en una zona que convencionalmente los historiadores y la arqueología extienden hasta el río Maule. Límite fijado según la tradición por el suceso conocido como Batalla del Maule; en el que se enfrentaron el subgrupo picunche conocido posteriormente como promaucaes por los españoles, y las fuerzas del Imperio Inca.

Los incas en Colombia
En el territorio de Colombia, hacia 1492 el imperio inca dominó transitoriamente la región habitada por los pueblos aborígenes denominados los pastos y levantaron una fortaleza aún visible, en Males (hoy municipio de Córdoba). Sin embargo los pastos se refugiaron en la Cordillera Occidental y lograron expulsar a los ocupantes. Los incas prefirieron entonces avanzar por el piedemonte amazónico, a través del territorio de los cofán, pero finalmente fueron los españoles los que controlaron la región y fueron los awá quienes lograron preservarse de la dominación en las selvas de la vertiente del Océano Pacífico.

Los incas en Ecuador
En el territorio de Ecuador, en el siglo XV, los Incas Túpac Yupanqui y Huayna Cápac conquistaron el territorio y lo incorporaron a su imperio.

A mediados del siglo XV, en el territorio del Reino de Quito, la zona fue invadida por las fuerzas del Inca Tupac Yupanqui, quien al mando de un gran ejército se encaminó desde el sur para ampliar sus dominios. Al principio la campaña le resultó relativamente fácil pero luego debió enfrentar a los Bracamoros, siendo éste el único pueblo que pudo obligar al Inca a abandonar sus tierras sin poder incorporarlo al Imperio.

Cuando el Inca empezó a avanzar sobre los Cañaris, fue aún más difícil para ejércitos incaicos, pues estos los rechazaron luchando con bravura, obligándolos a replegarse hacia tierras de lo que hoy es Saraguro, donde debieron esperar la llegada de refuerzos para poder iniciar la campaña. Esta vez considerando la inmensa superioridad de los incas, los Cañaris prefirieron pactar y someterse a las condiciones impuestas por estos. Después de esto Tupac Yupanqui fundó la ciudad de Tomebamba, actual ciudad de Cuenca, es en esta ciudad donde nacería Huayna Cápac.


Dioses incas

Inti
Era el dios sol y dios supremo, el cual ejercía la soberanía de la actualidad en el plano divino (HananPacha). Igualmente era hijo del dios sol del mundo antiguo (Ñaupapacha) y reinaba sobre el ser humano en el mundo actual (Kaypacha). Inti era la divinidad popular más importante del Imperio incaico siendo adorado en varios santuarios. Se le entregaban ofrendas de oro, plata y ganado, así como las llamadas Vírgenes del Sol. También se le hacían ofrendas humanas en el mes de los Capac hucha, la cual mucha veces consistía en reos de muerte, como dios más importante.


Viracocha
Era considerado como el esplendor originario o El Señor, Maestro del Mundo. En realidad fue la primera divinidad de los antiguos peruanos, tanto los habitantes de Caral, Chavin, Wari y especialmente los Tiahuanacos, que provenían del Lago Titicaca. Surgió de las aguas, creó el cielo y la tierra.

El culto al dios supuso un concepto de lo abstracto y de lo intelectual, y estaba destinado solo a la nobleza. Viracocha al igual que otros dioses, fue un dios nómada y tenía un compañero alado, el Pájaro Inti, una especie de pájaro mago, sabedor de la actualidad y del futuro.

Este pájaro mago, no es otro que el Corikente de las tradiciones orales, el picaflor de oro, mensajero de los dioses, cuyas plumas servían para la mascaypacha o corona del emperador inca. Viracocha es representado con dos varas, que al parecer eran realmente estolicas (propulsalanzas) o warakas (hondas gigantes andinas)

Mama Quilla'
Era la madre luna y esposa de Inti. Madre del firmamento, de ella se tenía una estatua en el Templo del Sol, en el que una Orden de Sacerdotisas le rendía culto. Los antiguos moche a diferencia de los incas, consideraban a la Luna la deidad principal.
Pacha Mama

Llamada también Madre Tierra ya que era la encargada de propiciar la fertilidad en los campos. Se le tributaban ofrendas o pagos.
Pachacamac

Era una reedición de Viracocha, el cual era venerado en la Costa Central del imperio incaico. Era conocido como el dios de los temblores, y su culto hizo un aparente sincretismo con el actual Señor de los Milagros, el cual tiene rasgos de este antiguo dios pagano según la historiadora María Rowstoroski.
Mama Sara

Era la Madre Maíz o del alimento, la más importante de las conopas (representaciones religiosas) de los alimentos junto con la coca y papa.

Mama Cocha

Madre del Mar, a quien se le rendía culto para calmar las aguas bravas y para la buena pesca. Era la madre que representaba todo lo que era femenino.

Dioses menores

Aparte del gran Viracocha y su corte terrenal de Amauta, o sabios y primeros sacerdotes y administradores, el segundo cordón de clérigos, la nobleza militar y los Ayllus o gremios, regidos hasta en su más mínimo movimiento por la ley del Inca, el pueblo llano tenía su panteón con otros dioses menores, a los que -tal vez- le resultaba más sencillo y cercano dirigirse en busca de favores y soluciones.

La estrella rizada o de la mañana acompañaba al Sol, al igual que Illapa, dios del trueno y la batalla, como la imagen de la estrella de oro, la de la tarde, Venus o Chasca, hacía su guardia junto a la Luna, y Chuychú, el bello arco iris estaba por debajo de ambos grandes dioses. El arco iris fue luego elevado a dios de los nobles debido a que representaba la belleza que estaba reservada para los nobles

Las constelaciones de la copa de la coca (Kukaa Manka) era una constelación que cuidaba de las hierbas mágicas, como la constelación de la copa de maíz (Sara Manca) lo hacía con los alimentos vegetales, y la del jaguar (Chinchay) se encargaba de los felinos.

El Wasikamayuq era el dios tutelar del hogar, mientras que el Qhaxra-kamayuq se esforzaba por evitar que los ladrones entraran en esa misma casa, y los Auquis asumían la vigilancia de cada poblado. Había también un dios de las tormentas y otro dios del granizo; tras Pacha Mama, la diosa de la Tierra, estaban Apu katikil y Pikiru, como dioses tutelares de los gemelos; la serpiente Hurkaway era la divinidad de lo que estaba bajo tierra, mientras que el ávido Supay reinaba en el mundo de los muertos y no cesaba de reclamar más y más víctimas para su causa, lo que hizo que los españoles le dieran el nombre de diablo, aunque tenía cualidades benignas y malignas.

También estaba el dios Wakon o Kon, un hermano de Pachacamac expulsado por éste y que se llevó con él, al ser forzado a irse, la lluvia y dejó a la franja costera del Perú seca para siempre, un dios maligno y devorador de niños, de risa cruel y habilidad para rodar por las montañas; otros hermanos, Temenduare y Arikuté, dieron origen al diluvio con sus querellas conjurando a un temible monstruo de cientos de patas de agua.

En total y según algunas tradiciones orales El primer sol del mundo antiguo (Ñaupa pacha) el cual era Viracocha, fue el creador con su corte tuvo 4 hijos: Kon o Wakon dios de las sequías, Mallko (temenduare?) dios de la ley, Vichama (Arikute?) dios de la guerra y la venganza y Pachacamac, quienes regentaron sucesivamente el mundo actual destruyéndolo sucesivamente. Estos guardan relación con los 4 hermanos del mito de los hermanos Ayar, uno de los mitos de la creación del imperio inca. Pachakamac a su vez tuvo de hijos al sol y la luna del mundo actual Kay Pacha. Pachakamac se autoexilio al mar desde donde domina los terremotos, dejando el mundo en mando del Inti o sol del mundo actual.

Existen otros wakas o dioses, como Catequil, poderoso dios oráculo. Huallallo Carhuincho dios de fuego con rasgos malignos, Wari, dios gigante de la guerra referido a la cultura del mismo nombre, Amaru, la serpiente mitológica divina, entre muchos otros nombrados en sin número de tradiciones orales recopiladas recientemente por aficionados como Toro Montalvo y los miembros de la asociación dragones de sur.

Tecnología militar

Los incas eran habiles forjadores de metal, construyeron armas de bronce y objetos domésticos. Construyeron hachas y mazas entre otros objetos militares: las mazas tenían forma estrellada con un orificio al centro a fin de colocarla en un palo, recibían el nombre de macanas. Sabian también forjar el hierro pero no lo usaban para nada, salvo para objetos muy decorativos, aunque también usaban para este fin el oro y la plata.


Astronomía

En la astronomía Inca destacó el Sol, y su culto, parece ser una constante en las culturas de la antigüedad, sin duda por el rol que el astro rey cumple en el "calendario agrícola". Los incas adoraban al Sol fundamentalmente para que les proporcionara abundantes cosechas. Era una fuerza dominante y un símbolo de prestigio y poder.

En el Perú el culto al Sol se oficializó debido a las invasiones incas. Estos, que adoraban al Sol al extremo de afirmar que los gobernantes eran sus hijos, llevaban su religión a todos los pueblos que iban sometiendo por medio de la guerra.

El Sol ("inti", en quechua), al que acostumbran representar por un gran disco de oro circundado de rayos, era adorado en templos cubiertos totalmente de oro, como lo era el Koricancha o "patio de oro" en la ciudad del Cusco. También se afirmaba que el maíz eran las lágrimas del Sol debido al color dorado que tiene el maíz seco. Por lo tanto se ofrendaba al Sol la bebida que se elaboraba con el maíz: la chicha.

El culto al Sol tenía su apoteosis en la Fiesta del Sol ("Inti Raymi" en quechua) que hasta ahora se reproduce, todos los 24 de junio, en la ciudad del Cusco. Algunos cronistas afirman que los incas podían predecir eclipses.

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Medicina

La medicina que se practicó en el incanato, estaba íntimamente ligada a la magia y la religión. Todas las enfermedades se suponían provocadas por el desprendimiento del espíritu del cuerpo, a causa de un maleficio, un susto o un pecado. Los curanderos incaicos, llegaron a realizar intervenciones quirúrgicas, como trepanaciones, con el propósito de eliminar fragmentos de huesos o armas, que quedaban incrustadas en el cráneo, luego de accidentes o enfrentamientos bélicos. Uno de los instrumentos utilizados en la cirugía inca, fue el "Tumi" o cuchillo de metal en forma de "T". Como anestesia se usaba la coca y la chicha en grandes cantidades y se sabe que también conocieron el uso de vendas.

Actividades económicas

La base de la economía fue la agricultura; las tierras eran comunales. Cada familia tenía sus tierras para cultivarlas y alimentarse. Las familias más numerosas, recibían mayor cantidad de tierras.

La forma de trabajo de las tierras era la “minka”, es decir, “se ayudaban en las tareas agrícolas en forma comunitaria”. El Portal Fuenterrebollo, nos dice que “… bien cuando un individuo tenía tanto trabajo que no podía con él, o en caso de huérfanos, enfermos y viudas”. “Cuando no se podía cultivar ciertas especies necesarias (las papas, por ejemplo), parte de la comunidad se asentaba en otras zonas. Esta forma de obtener recursos se conocía como “complementariedad ecológica”.

La base de la alimentación inca, fue la papa y el maíz, complementada con carne de auquénidos: llama y alpaca. En las zonas altas de los Andes, se cultivaron y cosecharon hasta 200 especies de papas, que se diferenciaban por el color y el tamaño. Para evitar su descomposición y con fines de almacenarlas o para la alimentación de su numeroso ejército sobre todo cuando salían de campaña, aprendieron a secar y trozar la papa, luego, antes de consumirlas las volvían a hidratar y se cocinaban. Complementaban esta dieta con otros vegetales como olluco, oca, tomate, frijol, zapallo, ají, maní (del cual además extraían aceite), quinua y frutas.

Los incas no sólo cultivaron los terrenos planos o semi inclinados, usaron un sistema ingenioso para cultivar las laderas de los cerros, esta técnica consistía en formar terrazas, denominadas “andenes”, que rellenaban con tierra vegetal que era contenida con muros de piedra. Además de la lana que les proporcionaban los auquénidos, sembraron, cosecharon y usaron el algodón para la confección de su vestimenta. En las tierras correspondientes a la selva alta, sembraron y cosechaban la “hoja sagrada”: la coca.

Mantuvieron corrales de aves (patos y gallinas) y pescaban diversas especies de peces y cazaban aves silvestres. Para mantener tal cantidad de tierras sembradas, los incas fueron grandes ingenieros hidráulicos: mucho de los canales de regadía de la sierra aún hoy, funcionan perfectamente e irrigan las nuevas tierras de cultivo.

El comercio inca constituyó un factor de unificación y de intercambio entre las distintas regiones del Imperio. Desde la costa llegaba el pescado seco a la cordillera de los Andes, por los caminos de piedra construidos por el pueblo. De la misma manera, los habitantes de la costa recibían los productos agrícolas y artesanales de la montaña  

Al ser los Andes una sociedad predominantemente agrícola, los incas supieron aprovechar al máximo el suelo, venciendo las adversidades que les ofrecía el accidentado terreno andino y las inclemencias del clima.

La adaptación de técnicas agrícolas que ya se empleaban con anterioridad en distintas partes, permitió a los incas organizar la producción de diversos productos, tanto de la costa, sierra y selva, para poder redistribuirlos a pueblos que no tenían acceso a otras regiones. Los logros tecnológicos, alcanzados a nivel agrícola, no hubieran sido posibles sin la fuerza de trabajo que se encontraba a disposición del Inca, así como la red vial que permitía almacenar adecuadamente los recursos ya cosechados y repartirlos por todo su territorio.


Extraido en Wikipedia

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