Los españoles deciden continuar su avance hacia Cimatán atravesando grandes sabanas llanas y enmedio de las sabanas había enormes ciénegas y pantanos y en una de ellas, los cimatecas los aguardaban esperándolos para emboscarlos de la manera siguiente:
Primero se dejaron ver en las sabanas por los españoles, quienes al verlos los persiguieron a caballo y a pie, pero los indígenas los guiaron hasta unas extensas ciénegas en donde caballos y soldados quedaron "atorados" sin poder moverse, por lo que acontinuación los cimatecos les lanzaron una lluvia de flechas hiriendo y matando a muchos caballos y soldados, incluso el mismo Rangel tuvo que ser socorrido porque los cimatecos mataron su caballo y estando Rangel en el suelo los indígenas se lo pretendían llevar a su poblado para sacrificarlo".
Los españoles lograron replegarse y se encaminaron a otro pueblo, el cual lo hallaron abandonado, ahí aprovecharon para curar a los heridos. De ahí fueron a otro poblado y lo hallaron abandonado también, pero en ese lugar, les salieron al paso de nuevo cientos de guereros cimatecos que los atacaron.
Después de la derrota, algunos soldados ya decepcionados le pedían a Rodrigo Rangel que regresaran a la villa del Espíritu Santo, sin embargo, después de deliberar Rangel con Bernal Díaz del Castillo, quien le dijo que si regresaban estando a las puertas de Cimatán, Cortes no lo vería bien, Rangel decide continuar el camino hacia Cimatán. La expedición atravesó otros pueblos encontrándolos abandonados, hasta que llegaron a Cimatán".
Al llegar a Cimatán tuvo lugar otra batalla, los invasores lograron entrar al pueblo, pero sus habitantes huyeron del asentamiento quemando muchas de las casas. Los españoles se posecionan de Cimatán tomando a quince prisioneros.
Al día siguiente Rangel envía a varios indígenas a llamar a los habitantes para que regresen y juren obediéncia a la corona española y los indígenas le aseguran que volverán con todos los habitantes, pero nunca regresan, negándose de nuevo a someterse.
Al día siguiente, Rodrigo Rangel dispuso que cincuenta soldados salieran del pueblo para ir en busca de los cimatecos, el grupo recorrió varios ranchos y caseríos pero los indígenas huían hacia los montes y pantanos. por lo que después de varios días, los españoles deciden regresar a la villa del Estpiritu Santo sin habar logrado su objetivo de conquistar y pacificar Cimatán.
Fuente: ws.org
Primero se dejaron ver en las sabanas por los españoles, quienes al verlos los persiguieron a caballo y a pie, pero los indígenas los guiaron hasta unas extensas ciénegas en donde caballos y soldados quedaron "atorados" sin poder moverse, por lo que acontinuación los cimatecos les lanzaron una lluvia de flechas hiriendo y matando a muchos caballos y soldados, incluso el mismo Rangel tuvo que ser socorrido porque los cimatecos mataron su caballo y estando Rangel en el suelo los indígenas se lo pretendían llevar a su poblado para sacrificarlo".
Los españoles lograron replegarse y se encaminaron a otro pueblo, el cual lo hallaron abandonado, ahí aprovecharon para curar a los heridos. De ahí fueron a otro poblado y lo hallaron abandonado también, pero en ese lugar, les salieron al paso de nuevo cientos de guereros cimatecos que los atacaron.
«... estando reposando ni cuarto de hora, y vienen tantos guerreros zimatecas y nos cercan en el poblezuelo y tuvimos mucho trabajo en hacerlos alejarse. Rangel estaba muy doliente de la cabeza y había muchos mosquitos que no dormía ni de noche ni de día y murciélagos muy grandes que le mordían y le desangraban y como siempre llovía, y habían muerto once soldados y muchos estaban heridos, varios de los soldados le aconsejaron a Rangel que nos volviésemos desde allí...»
Bernal Díaz del Castillo. Historia Verdadera de la Conquista de la Nueva España
Después de la derrota, algunos soldados ya decepcionados le pedían a Rodrigo Rangel que regresaran a la villa del Espíritu Santo, sin embargo, después de deliberar Rangel con Bernal Díaz del Castillo, quien le dijo que si regresaban estando a las puertas de Cimatán, Cortes no lo vería bien, Rangel decide continuar el camino hacia Cimatán. La expedición atravesó otros pueblos encontrándolos abandonados, hasta que llegaron a Cimatán".
Al llegar a Cimatán tuvo lugar otra batalla, los invasores lograron entrar al pueblo, pero sus habitantes huyeron del asentamiento quemando muchas de las casas. Los españoles se posecionan de Cimatán tomando a quince prisioneros.
Al día siguiente Rangel envía a varios indígenas a llamar a los habitantes para que regresen y juren obediéncia a la corona española y los indígenas le aseguran que volverán con todos los habitantes, pero nunca regresan, negándose de nuevo a someterse.
Al día siguiente, Rodrigo Rangel dispuso que cincuenta soldados salieran del pueblo para ir en busca de los cimatecos, el grupo recorrió varios ranchos y caseríos pero los indígenas huían hacia los montes y pantanos. por lo que después de varios días, los españoles deciden regresar a la villa del Estpiritu Santo sin habar logrado su objetivo de conquistar y pacificar Cimatán.
«...fuimos cincuenta soldados y llegamos a unos ranchos que tenían entre ciénegas que temblaban que no osamos entrar en ellas y se fueron huyendo por unos grandes breñadales y espinos muy malos que pasan los pies, y en unas huertas de cacahuatales prendimos a seis hombres y los llevamos con el capitán. Y los tornó luego para que llamasen de paz a los zimatecas, quienes no quicieron venir, y así acordamos regresar a la villa del Espíritu Santo y en eso paró la entrata a Zimatán...»
Bernal Díaz del Castillo. Historia Verdadera de la Conquista de la Nueva España
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