Los Samuráis Japoneses

Los Samuráis JaponesesLa palabra samurái, generalmente es utilizada para designar una gran variedad de guerreros del antiguo Japón, si bien su verdadero significado es el de una élite militar que gobernó el país durante cientos de años.

El origen del samurái se data en el siglo X y se fortaleció al concluir las Guerras Genpei a finales del siglo XII, cuando fue instituido un gobierno militar bajo la figura del shōgun, por el cual el Emperador de Japón quedó a su sombra como un mero espectador de la situación política del país.

Aunque no existe certeza del origen exacto de la palabra samurai (侍, 'samurai'?), la mayoría de los historiadores concuerdan en que tiene su origen en una variación del verbo, en japonés antiguo, saburau que significa «servir», por lo que el término derivado saburai se convierte en «aquellos que sirven»

Los Samuráis JaponesesLos términos bushi y samurai han sido utilizados como sinónimos, pero la diferencia radica en que la palabra bushi significa sencillamente «guerrero» sin importar la posición o jerarquía, mientras que la palabra samurái se refiere a los miembros de una élite militar.

Armadura e indumentaria
Las primeras armaduras, encontradas mediante excavaciones en los kofun, recibieron nombre de tankō.

Armadura e indumentariaEran fabricadas en hierro macizo, las planchas de blindaje se sujetaban unas a otras con correas de cuero y estaban específicamente diseñadas para ser usadas de pie. Para proteger la parte baja del cuerpo, los guerreros llevaban una falda acampanada llamada kusazuri.

Debido a que si la armadura era hecha completamente de hierro tenía un peso considerable, sólo se empleaban piezas de ese metal en las zonas donde se requería de más protección y en el resto de la armadura se alternaban piezas de hierro con cuero.

Armas de los Samuráis
Armas de los SamuráisEl nihontō, conocido más comúnmente en occidente como katana, es el arma más estrechamente relacionada con el samurái e incluso se le llegó a considerar durante el periodo Edo como «el alma del samurái». Un samurái nunca abandonaba su espada, aun en tiempos de paz. El mejor regalo que podía recibir un samurái de parte de su daimyō era una espada forjada por un célebre maestro. No obstante, cabe resaltar que durante la mayor parte de la historia japonesa, las principales armas fueron el arco y la lanza. No fue sino hasta que terminaron las guerras que la espada adquirió la fama que tiene actualmente.

Las primeras espadas utilizadas por soldados yamato eran rectas, algunas con empuñadura en forma de bulbo y eran conocidas como «espada con cabeza de mazo». Algunas otras, como las llamadas «espadas coreanas», tenían empuñadura en forma de argolla terminando con el aspecto de la silueta de algún animal. Estas armas medían 90 centímetros en promedio.

Armas de los SamuráisLa tachi fue la clásica espada samurái y colgaba con la hoja hacia abajo. Este tipo de espada tenía que ser desenfundada con ambas manos, por lo que se tenía que dejar el arco para utilizarla. Más tarde se logró desarrollar la katana, la cual, junto con el wakizashi, eran conocidas como daishō («grande y pequeña»). Cuando un samurái portaba su armadura completa, la katana colgaba con la hoja hacia abajo y el wakizashi era a veces reemplazado por un tantō, el cual llegó a ser considerado como una de las armas más importantes en el campo de batalla. Se decía que una buena espada debía ser capaz de dos cosas: cortar siete cuerpos apilados uno encima del otro y estar lo suficientemente afilada como para que al sumergirla en el agua pudiera cortar un nenúfar que flotara en la superficie.

La fuerza impresionante de la katana se debía a su curvatura, que hacía posible que el corte producido pudiera incluso seccionar el hueso del oponente. Ya que se la debía de empuñar con ambas manos, el portador de la espada se tenía que colocar en ángulo recto con respecto al enemigo.

Los samuráis no utilizaban ningún escudo para su protección, dado que la katana era un arma defensiva y ofensiva al mismo tiempo. Debido a su gran resistencia, podía golpear el arma del oponente para desviar el ataque y acto seguido asestar un golpe mortal. Debido a todas éstas características, no es exageración que muchos historiadores afirmen que la katana es muy superior a las espadas diseñadas por otras culturas.

Armas de los SamuráisOtro tipo de espada desarrollada fue la nodachi, conocida como «espada de campaña». Ésta contaba con una hoja extra larga y apareció a comienzos del siglo XVI. Existen escasos registros de que esta arma fuera usada efectivamente en el campo de batalla, ya que, debido a su gran peso, el portador debía de tener una gran fuerza física para esgrimirla de pie, más aún si se portaba mientras se cabalgaba. La mayoría de los registros documentan que este tipo de espadas fueron creadas con la finalidad de servir como ofrendas a santuarios y templos.

Armas de los SamuráisEl naginata (un tipo de espada larga) es el arma más citada en las crónicas samurái. Constaba de una hoja curva montada sobre un mango de madera y su aspecto de asemejaba al de las alabardas chinas.

La naginata era un arma sumamente versátil, ya que con ella se podía golpear, apuñalar o acuchillar al enemigo. Los sōhei, una clase de monjes guerreros, fueron reconocidos por el grado de especialización que alcanzaron esgrimiéndola.

Otra arma muy recurrente fue la yari, una especie de lanza japonesa que apareció como el arma utilizada por las tropas de infantería durante el siglo XV. Un tipo de yari, conocida como mochi yari, pasó también a formar parte del arsenal de los samuráis.


Armas arrojadizas
Durante la mayor parte de la historia de los samuráis, el arco japonés (llamado yumi) fue su arma preferida y sólo se solía recurrir a la espada al descender del caballo y entablar combate cuerpo a cuerpo. Los samuráis solían ser expertos en el kyūba no michi «camino del arco y el caballo». Los arcos utilizados en aquella época se asemejan en gran medida a los que se utilizan actualmente en el kyūdō.

El arco tenía que ser levantado a la altura de la cabeza del jinete para poder disparar adecuadamente. La práctica del caballo y el arco dieron lugar al yabusame, el cual es practicado hasta nuestros días.

La técnica del uso del arco a caballo necesitaba de mucha práctica, ya que sólo se podía disparar por el lado izquierdo del jinete y se contaba con un ángulo de disparo de 45º. Esto se complicaba en mayor medida si el jinete portaba una armadura. Durante el periodo Sengoku el tiro con arco se combinó con el uso de arcabuceros ashigaru.

Durante 1510, los samuráis conocieron el cañón de metal y en ese mismo año, Hōjō Ujimasa compró una pistola china. Para 1548, durante la Batalla de Uedahara, se registró el uso de armas de fuego, con lo que de una forma u otra su uso se había extendido entre los distintos clanes.

En 1543, comerciantes portugueses arribaron a Japón buscando un intercambio comercial. Entre los artículos que intercambiaron estuvieron los arcabuces europeos. A partir de 1549, diversos artesanos desarrollaron la técnica necesaria para reproducir estas armas y comenzaron a fabricar arcabuces japoneses llamados Teppō (鉄砲, 'Teppō'? lit. «cañón de acero»). Para 1553 el ejército de Oda Nobunaga ya contaba con 500 arcabuceros, los cuales darían muestras de su efectividad con las tácticas adecuadas como disparos circulares utilizados en la batalla de Nagashino.

Japón buscando un intercambio comercialAunque muchos samuráis se opusieron a su implementación debido a que con estas nuevas condiciones cualquier soldado estaba en posición de matar de un solo tiro a un entrenado y diestro maestro de las artes marciales (aun si fuera un humilde ashigaru), su implementación se propagó por todo el país y se volvió un elemento típico en los conflictos bélicos.

Cabe destacar que el uso de grandes cañones no se difundió ni causó el mismo impacto emocional que se vivió con los resultados de las armas de fuego. Existen diversos registros que mencionan el uso de pequeños cañones que se obtuvieron de barcos europeos adaptados para su uso en el campo de batalla. Sin embargo, debido a que las tácticas de guerra no consistían en el derribo de fortalezas, sino más bien en el asedio y la lucha a campo abierto, no se desarrollaron técnicas para producir cañones de grandes dimensiones.

Técnicas de combate
samuráis Técnicas de combate Durante la existencia de los samuráis, reinaron dos tipos opuestos de organización. El primer tipo eran ejércitos basados en reclutas: al inicio, durante el periodo Nara, los ejércitos samuráis se basaron en ejércitos de reclutas del tipo chino y hacia el final en unidades de infantería compuestas por ashigaru. El segundo tipo de organización era el de samurái a caballo que luchaba individualmente o en pequeños grupos.

Al inicio de la contienda se disparaban una serie de flechas con cabeza de bulbo, las cuales zumbaban en el aire. El objeto de estos disparos era llamar a los kami a que presenciaran las muestras de valentía que estaban a punto de desarrollarse. Después de un breve intercambio de flechas entre uno y otro bando, se desarrollaba una contienda llamada ikkiuchi, donde grandes rivales de uno y otro lado se enfrentaban.

Técnicas de combate En este tipo de duelos influían mucho aspectos como el rango, el nombre, la posición dentro del ejército, etc. Después de estos combates individuales, se daba paso a los combates mayores, generalmente enviando tropas de infantería lideradas por samuráis a caballo. Al comienzo de las batallas samurái, era todo un honor ser el primero en entrar en batalla.

Esto cambió en el periodo Sengoku con la introducción del arcabuz. Al comienzo del uso de las armas de fuego, la metodología del combate era la siguiente: al inicio se hacía un intercambio de disparos de arcabuz a una distancia de 100 metros aproximadamente; cuando se encontraba el momento oportuno se ordenaba que avanzaran los lanceros ashigaru y finalmente los samuráis atacarían, ya fuera a pie o a caballo.


Técnicas de combate
El jefe del ejército solía estar sentado en una silla de tijera dentro de una tienda semi abierta llamada maku, que exhibía su respectivo mon. Como muestra del simbolismo tan fuerte que esto representaba, otra forma de llamar al shogunato instituido por Minamoto Yoritomo era el término bakufu, que significaba «gobierno desde la maku».

En medio de la contienda, algunos samuráis decidían bajar del caballo y buscar cortar la cabeza de un rival digno. Este acto era considerado todo un honor. Además, mediante el mismo ganaban respeto entre la clase militar. Después de la batalla, los samuráis de alto rango celebraban normalmente la ceremonia del té, y el general victorioso pasaba revista a las cabezas de los miembros más importantes del enemigo que habían sido cortadas.

de combate Es importante hacer notar que la mayoría de las batallas no se resolvieron de la forma tan idealista antes expuesta, sino que la mayoría de las guerras se ganaron mediante ataques sorpresas, como incursiones nocturnas, incendios, etc. El reconocido samurái Minamoto no Tamemoto aseguraba:

De acuerdo con mi experiencia, no hay nada más ventajoso a la hora de machacar al enemigo que un ataque nocturno[...]. Si prendemos fuego a tres de los lados y cerramos el paso por el cuarto, quienes huyan de las llamas serán derribados por flechas, y quienes busquen escapar de éstas no podrán huir de las llamas.
Minamoto Tamemoto.

Foto(s): kamikasineo | globalcitizen01 | colodio
Fuente(s): wikipedia

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